Una Conversación con Jesús: Reflexiones sobre el Amor, el Sufrimiento y la Esperanza. Hablamos con Jesús sobre el amor y el sufrimiento en el mundo actual.
Tuve un sueño tan real que parecía que estaba viviendo un momento fuera del tiempo y el espacio. En ese sueño, me encontré cara a cara con nuestro Señor Jesús. Nos sentamos juntos, como si fuéramos amigos de toda la vida, y le hice una serie de preguntas que siempre he llevado en mi corazón. ¿Por qué hay tanta maldad en el mundo? ¿Por qué el odio parece ganar terreno en tantas partes? Mientras conversábamos, le expresé mi angustia por las noticias que veo a diario, donde los más vulnerables parecen sufrir sin cesar. Le pregunté si, como dijo una vez: «A los pobres siempre los tendréis entre vosotros, pero a mí no siempre me tendréis» (Mateo 26:11), estas palabras siguen resonando en nuestro mundo. Recordé también la parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19-31), y quise saber cómo aplica a nuestro tiempo.
Te invito a que leas esta entrevista única y profunda que tuve con nuestro Señor Jesús, donde abordamos algunas de las preguntas más difíciles que enfrentamos en el mundo actual. Descubre cómo sus respuestas pueden traer paz, esperanza y dirección a tu vida hoy.
Entrevista:
Salvador G. Nuñez: Señor, una de las preguntas que más me angustia es: ¿Por qué tanta maldad en el mundo? Parece que el odio y el sufrimiento son cada vez más comunes.
Jesús: Hijo mío, la maldad no es obra de Dios, sino de las elecciones que los seres humanos hacen en su libertad. Desde el principio, les he dado el libre albedrío para que puedan decidir entre el bien y el mal. El mundo se ha desviado del amor que les enseñé, pero siempre hay esperanza para quienes eligen volver a mí. La maldad no es eterna, y mi misericordia está abierta para todos. Cada acto de amor y bondad, aunque pequeño, tiene el poder de transformar corazones.
Salvador: Señor, mencionaste en tus parábolas que debemos amar a nuestros enemigos y perdonar setenta veces siete. ¿Cómo podemos aplicar esto en un mundo donde tantos buscan venganza y justicia por su propia mano?
Jesús: Mi camino siempre será el del amor y la misericordia. «Amad a vuestros enemigos y orad por quienes os persiguen» (Mateo 5:44). El perdón no es una debilidad, es un acto de fortaleza y libertad. La venganza solo encadena el alma al odio. La verdadera justicia pertenece a mi Padre. Cuando perdonamos, nos liberamos y permitimos que mi gracia transforme corazones, incluso los más endurecidos.
Salvador: ¿Por qué las personas no se aman como Tú nos enseñaste en tu mandamiento de «amaros los unos a los otros»? Parece que el amor está cada vez más ausente.
Jesús: El amor que les enseñé no es fácil. Requiere sacrificio, perdón, y, sobre todo, humildad. En un mundo donde el egoísmo y el orgullo son exaltados, es difícil para muchos vivir según este mandamiento. Sin embargo, el amor verdadero sigue siendo la clave. Te he mostrado cómo amar sin esperar nada a cambio. Les he dado mi vida como ejemplo. Cuando alguien ama de esa manera, está mostrando mi presencia en el mundo.
Salvador: Cuando veo las noticias, veo tanto sufrimiento, especialmente entre los más pobres y vulnerables. ¿Por qué parece que ellos son los que más sufren?
Jesús: Los pobres y oprimidos siempre han tenido un lugar especial en mi corazón. Como dije, «A los pobres siempre los tendréis entre vosotros». Su sufrimiento es evidente en este mundo, pero les aseguro que su dolor no es eterno. En la parábola del rico y Lázaro, mostré cómo el sufrimiento en la tierra puede dar paso a la gloria en el cielo. Sin embargo, eso no exime a los que tienen poder y recursos de ayudar. Los he llamado a ser las manos y los pies que alivian el sufrimiento de los demás.
La parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19-31) es, efectivamente, una advertencia sobre cómo nuestras acciones y decisiones en esta vida afectan la eternidad. El rico no fue condenado por ser próspero, sino por ignorar el sufrimiento de Lázaro, quien estaba justo a su puerta. Es un recordatorio de que cada uno de ustedes está llamado a ver más allá de sus propios deseos y a cuidar de los demás, especialmente de los que más lo necesitan.
Salvador: Señor, ¿cómo podemos recuperar el amor en medio de tanto odio? ¿Cómo podemos hacer una diferencia cuando el mundo parece tan dividido?
Jesús: La respuesta siempre será el amor. Empieza por ti mismo, en tu corazón, en tu familia, en tu comunidad. El odio solo puede ser vencido con el amor, la compasión, y el perdón. Sé luz en la oscuridad, porque donde hay amor verdadero, no hay espacio para el odio. Cuando uno decide amar, cambia el mundo a su alrededor. No importa lo pequeño que te sientas, cada acto de bondad tiene un impacto eterno.
Salvador: A veces me siento impotente ante tanto sufrimiento y maldad. ¿Cómo puedo mantener la fe y no caer en la desesperanza?
Jesús: La fe no es la ausencia de lucha; es la certeza de que, incluso en medio de las dificultades, Yo estoy contigo. Como te dije, en el mundo tendréis aflicciones, pero confiad, yo he vencido al mundo (Juan 16:33). No estás solo, nunca lo estarás. Mi Espíritu Santo camina contigo, te da fuerza cuando te sientes débil y te guía cuando no sabes qué hacer.
Salvador: Señor, ¿cómo podemos mantener viva la esperanza cuando parece que el mal prevalece?
Jesús: La esperanza no es simplemente un deseo; es la certeza de que mi plan está en marcha, incluso cuando no lo entiendes. Mantén tu mirada fija en mí. No te dejes llevar por las apariencias temporales del mal, porque yo tengo la victoria final. Al final, todo sufrimiento será redimido, y mi amor triunfará.
Salvador: ¿Y qué hay del sufrimiento? ¿Por qué, Señor, aquellos que te siguen también enfrentan pruebas tan duras y dolorosas?
Jesús: En este mundo tendréis aflicción, pero confiad, porque yo he vencido al mundo (Juan 16:33). El sufrimiento no es una señal de abandono, sino una oportunidad de crecimiento. A través del dolor, muchos corazones se vuelven hacia mí, buscando consuelo y fortaleza. Yo caminé ese camino del sufrimiento para que supieran que nunca están solos en sus pruebas. Cada herida, cada lágrima, puede ser redimida cuando me la entregan.
Salvador: Señor, una pregunta que no puedo evitar hacerte: en estos tiempos de tanto caos y sufrimiento, ¿cuándo será tu segunda venida? Tú dijiste que solo el Padre lo sabe, pero también nos hablaste de señales: guerras, terremotos, y tantas tragedias que vemos hoy. ¿Está cerca tu regreso?
Jesús: Mi segunda venida está en las manos de mi Padre, Salvador. Nadie conoce el día ni la hora, pero las señales que mencioné en los evangelios son el principio de dolores. “Oiréis de guerras y rumores de guerras… pero no os alarméis” (Mateo 24:6). Lo importante no es enfocarse en cuándo regresaré, sino en cómo viven sus vidas mientras esperan. Estén preparados, vivan en amor, fe y justicia. Yo vendré como ladrón en la noche, cuando menos lo esperen, pero que sus corazones estén siempre listos.
Salvador: Gracias, Señor, por cada una de tus respuestas. ¿Qué reflexión final me dejas a mí y a quienes lean esta conversación?
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Reflexión Final de Jesús:
Jesús: No olviden que yo estoy siempre con ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo (Mateo 28:20). Confíen en mí, busquen mi presencia en los momentos de alegría y dolor. El Espíritu Santo les guiará, les fortalecerá, y les dará paz. No están solos; cada paso que dan, lo doy junto a ustedes.
Querido Salvador, nunca olvides que yo soy el camino, la verdad y la vida. Aunque el mundo esté lleno de desafíos, yo he vencido al mundo. Mi amor por ti y por todos los que me siguen es incondicional y eterno. Recuerda siempre que no estás solo; mi Espíritu te acompaña, y en mi nombre encontrarás paz y esperanza. Invita a los demás a confiar en mí, y juntos, construyamos un mundo lleno de amor, tal como lo enseñé.
Por: Salvador G. Nuñez
Pues es así, aunque no veamos las respuestas prontas, Dios sigue obrando y trabajando en silencio, sólo confiar y tener la mirada puesta en él y confiar que de él Espiritu Santo, camina de la mano junto a sus hijos..
Amén, así es mi hija querida, solo confiar en nuestro Dios, recordar de cuantas cosas no ha librado nuestro Señor. Dios es bueno y para siempre es su misericordia. El no nos va a abandonar, Él sabe de que tenemos necesidad. Nuestra mirada tiene que estar puesta solo en Dios. Dios te Bendiga y gracias por tomarte el tiempo para hacer tu comentario.
Wao. Excelente. Yo le haría otra pregunta. Señor por qué gente buena y de testimonio intachable sufre y algunos mueren aparentemente antes de tiempo ?
Muy Interesante la Entrevista. Y todas las Respuestas son LAS PALABRAS. Que al igual que en las tentaciones JESÚS. Respondió. Y cuando leo DEUTERONOMIO 28: 28, YA ENCUENTRO EN LA ESCRITURA QUE EL ETERNO NOS DIJO TODO DESDE EL PRINCIPIO. Y Todo lo que ahora se Vive es la consecuencia de Nuestra Desobediencia. Nos dieron a escoger Bien o Mal y escogimos Mal.
Muchas gracias Norita por tomarte el tiempo para dejarnos tu comentario que aporta mucho valor a lo que realmente debemos hacer, la obediencia a nuestro Padre Celestial.