Nosotros

Estimados amigos, hermanos y hermanas,

Mi relación con Dios se gestó en los años 90, cuando presidía la Cámara de Importadores del Puerto Libre de la Isla de Margarita, hoy conocida como la Cámara de Comercio del Estado Nueva Esparta – Venezuela. Durante aquel tiempo, fui invitado por un amigo que, con el tiempo, se convirtió en un hermano querido, Carlos Fushan. A través de sus desayunos para empresarios cada sábado, inicié un viaje espiritual profundo y significativo. En esos encuentros, comencé a conocer y comprender verdaderamente a nuestro Señor Jesús de una manera personal, apreciando el sacrificio que hizo en la Cruz por cada uno de nosotros.

Aunque ya poseía una gran Biblia con letras grandes en la sala de mi casa, permanecía cerrada, a menudo abierta cuando alguna persona me decía: abrela en el Salmo 91 porque es una fuente de buena suerte. Sin embargo, no fue hasta ese momento que decidí sumergirme en sus páginas. En ese periodo, enfrentaba diversos problemas, incluyendo décadas de padecimiento de la columna vertebral que, eventualmente, me llevó a una operación.

Al adentrarme en la Palabra de Dios, surgieron preguntas que antes no tenía respuestas. Me cuestionaba por qué mi madre, una mujer llena de buenos sentimientos y actos altruistas, partió tan temprano en mi vida, dejando un vacío profundo.

Amigos, hermanos y hermanas, podría relatar innumerables milagros que el Señor ha obrado en mi vida. Con estas palabras, quiero expresarles que, si aún no han tenido un encuentro personal con nuestro Dios, están perdiéndose de una experiencia trascendental. Busquen a alguien versado en la Palabra de Dios, no duden en preguntar. Las Escrituras son su propio intérprete y no deben interpretarse de manera privada ni ajustarse a conveniencias personales.

Si han llegado hasta aquí, les invito cordialmente a suscribirse a nuestra página. Disfruten de la excelente música cristiana y la programación en este nuevo proyecto que he emprendido para la Honra y la Gloria de Dios: Aires de Gracia.

Con gratitud,

Salvador G. Nuñez