No devuelvas mal por mal. La clave está en no cansarse de hacer el bien, como enseña la Biblia.
Vivimos en un mundo donde devolver mal por mal parece la norma. Las redes sociales estallan en críticas, las calles arden en venganza, y el perdón parece debilidad. Sin embargo, la Palabra de Dios nos llama a una actitud radicalmente distinta: a bendecir cuando somos ofendidos, a persistir en el bien cuando todo a nuestro alrededor clama por lo contrario. ¿Por qué? Porque Dios no solo ve, sino que recompensa al que siembra en el Espíritu.
No devuelvas mal por mal. El apóstol Pedro nos recuerda en su primera carta que nuestra reacción ante el mal puede ser la plataforma para que Dios nos bendiga con herencia. Por su parte, Pablo nos exhorta en Gálatas a no desmayar en hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos si no nos rendimos. Estas dos verdades juntas nos ofrecen una promesa firme: si sembramos con fe, cosecharemos bendición. Este artículo desglosa cómo aplicar estas verdades en nuestra vida diaria.
Bendice aunque te maldigan
1 Pedro 3:9 — “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición…”
Dios no espera que respondamos como el mundo. Mientras otros buscan venganza, el creyente responde con bendición. Esta actitud revela el carácter de Cristo en nosotros. Cuando bendices al que te hiere, no estás siendo débil, estás confiando en el juicio de Dios. Estás sembrando eternidad, y eso tiene recompensa. El cielo anota esas respuestas.

Siembra en fe, aunque parezca inútil
Gálatas 6:9 — “No nos cansemos, pues, de hacer bien…”
Hacer el bien puede ser agotador, especialmente cuando no vemos resultados inmediatos. Pero Dios es fiel. Lo que siembras hoy con lágrimas, mañana lo cosecharás con gozo. Cada acto de bondad, cada perdón que das, cada ayuda que ofreces, construye una cosecha que viene de Dios, no del hombre. No te detengas ahora.
La herencia está en tu reacción
1 Pedro 3:9 — “…porque fuisteis llamados para que heredaseis bendición.”
Dios ata Su bendición no a lo que te hacen, sino a cómo tú respondes. Cada reacción es una oportunidad de heredar promesas. La herencia de los pacificadores, de los humildes, de los mansos, está asegurada por Dios. Si te mantienes firme, incluso bajo presión, Dios se encargará de honrarte públicamente.
Perseverar es sembrar en tierra buena
Gálatas 6:9 — “…porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”
La clave está en la perseverancia. La cosecha no llega cuando tú lo decides, sino en el tiempo perfecto de Dios. No desmayes por la burla, la indiferencia o el desánimo. Cada paso que das en obediencia, cada sacrificio por amor, germina a su tiempo. Resiste. El campo está listo y Dios no olvida.
No tomes el camino corto de la venganza
1 Pedro 3:9 — “…sino por el contrario, bendecid…”
La venganza es un atajo que termina en un abismo. Dios quiere que confíes en Él como tu defensor. Al responder con bendición, estás diciendo: “Señor, Tú haces justicia mejor que yo.” Eso agrada a Dios. Es el camino difícil, sí, pero también el más glorioso. El Espíritu Santo te capacita para responder con el bien.
El bien que haces no es en vano
Gálatas 6:9 — “No nos cansemos…”
El enemigo susurra que no vale la pena hacer el bien. Pero el bien nunca es en vano cuando se hace en el nombre del Señor. Aunque nadie te lo reconozca, aunque el fruto tarde, Dios lo ve todo. Persevera. Tu fidelidad hoy es la llave que abrirá puertas mañana. Dios honra a los que le honran.
El ejemplo que dejas puede cambiar destinos
1 Pedro 3:9 y Gálatas 6:9 unidos
Cuando eliges el bien sobre el mal, estás sembrando no solo para ti, sino para otros. Estás mostrando a tus hijos, a tus amigos, a los que te observan, que se puede vivir diferente. Estás mostrando a Cristo con hechos, no palabras. Tu obediencia puede ser la semilla que transforme generaciones.

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Preguntas Frecuentes
¿Qué significa bendecir cuando alguien me maldice?
Significa responder con palabras de paz, oración o actos de amor, en lugar de odio o venganza.
¿Qué hago si me siento cansado de hacer el bien?
Ora, descansa en Dios, recuerda que tu esfuerzo tiene recompensa y busca apoyo en otros creyentes.
¿Cómo sé que Dios me recompensará por hacer el bien?
Su Palabra lo promete. Dios es justo y no olvida el trabajo que haces en Su nombre (Hebreos 6:10).
¿Debo seguir haciendo el bien aunque me traten mal?
Sí. Tu fidelidad no depende de cómo otros actúan, sino de tu relación con Dios y Su llamado.
Reflexión Final:
Hacer el bien en un mundo herido, vengativo y egoísta es una revolución espiritual. Cada vez que eliges bendecir en lugar de maldecir, estás actuando como un verdadero hijo de Dios. No devuelvas mal por mal. Dios no te está llamando a ser popular, te está llamando a ser fiel. Y a su tiempo, Él te exaltará. Porque mientras el mundo aplaude la revancha, el cielo honra la obediencia.
Oración:
Señor, dame la fuerza para no devolver mal por mal. Enséñame a bendecir a quienes me ofenden y a perseverar en el bien, aunque no vea resultados inmediatos. Confío en Tu justicia y en Tus promesas. Que mi vida sea una semilla de paz, amor y fidelidad. En el nombre de Jesús, amén.
Por: Salvador G. Nuñez
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